¿Qué es el sérum y cuándo aplicarlo?

El sérum es un producto que se utiliza en cosmética que suele incorporar un número de activos superior al que llevan incluidas las cremas de la misma gama.

La textura, además, es diferente: al ser más ligera que las cremas, puede penetrar de una manera más sencilla en la piel, consiguiendo una hidratación óptima.

¿Para qué sirve el sérum?

Además de la textura ligera y la nueva fórmula concentrada, el sérum tiene otras importantes funciones:

  •          Rellena las arrugas: La aplicación de sérum favorece la consecución de una piel más tersa ya que tiene un alto contenido en ácido hialurónico. Este ácido es un poderoso rellenador de la dermis que tiene la ventaja de reforzar en gran medida la hidratación. Además, el sérum puede reducir especialmente las arrugas localizadas en frente, ojos y labio superior.
  •          Consigue devolver el volumen facial: La pérdida de la firmeza en el rostro es patente conforme avanzan los años. El cuidado facial a base de sérum posibilita la redensificación de la piel para evitar que comiencen a descolgarse zonas dérmicas.
  •          Garantiza la recuperación de la elasticidad: Gracias al empleo constante de sérum, el tejido cutáneo comienza a experimentar mejoras desde el primer día, de manera que el paso del tiempo apenas te afecte.

Cómo aplicar el sérum y cuándo

 

La textura ligera del sérum y tendente a ser fundida, posibilita la rápida absorción. Es por este motivo por el que no es necesario aplicar una cantidad excesiva de producto, es decir, tan solo será necesario la que se indica en el envase.

La forma ideal de aplicarlo es en forma de gotitas dibujando el contorno del pómulo; después, deberás extenderlo con la yema de los dedos, realizando pequeños movimientos circulares y de alisado, desde la zona interna hacia la externa. El uso del sérum no es exclusivo para el rostro, también puedes aplicarlo por la zona del escote y el cuello (lo que, además, resulta muy aconsejable). Por otro lado, un consejo a la hora de extender el sérum consiste en realizar una serie de ejercicios de gimnasia facial. Con ello conseguirás potenciar la propia acción remodeladora del sérum.

El momento perfecto para aplicarte el sérum será siempre antes de tus cremas (ya sean de día o de noche), porque es muy importante que los activos del producto entren directamente a ejercer su labor en la dermis sin que exista ningún tipo de barrera que haya podido generar la crema.

Si sigues estos sencillos pasos, tu rutina de cuidado diario facial puede llevarte a conseguir resultados increíbles en un corto espacio de tiempo. Recuerda que la perseverancia es esencial para conseguir frutos y, sobre todo, ten presente el órden para llevar a cabo de manera correcta tu rutina: sérum primero, contorno de ojos después, y la crema (ya sea para el día o durante la noche) en último lugar.

¡Dile adiós a las arrugas y líneas de expresión con tu rutina facial diaria encabezada con el uso de un buen sérum!

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