Hay una pregunta, que se hacen millones de personas cada día y que se convierte en un quebradero de cabeza:¿Cómo acabar con el acné?
El acné es un trastorno dermatológico propio de la adolescencia, aunque también puede aparecer en adultos, sobre todo en mujeres.
Se relaciona directamente con cambios hormonales y aunque no implica ningún tipo de perjuicio, en cuanto a la salud, sí que supone un problema estético incluso psicológico, para quien lo padece.
La obstrucción de los folículos pilosos por grasa y células muertas, algún tipo de bacteria y la producción excesiva de grasa, se suman también como causas habituales.
El aspecto del acné y las zonas en las que aparece, no siempre son las mismas.
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Pápulas: Irregularidades rojas y pequeñas.
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Pústulas: Granos que son pápulas pero con pus.
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Nódulos: Bultos dolorosos, grandes y duros que se sitúan bajo la piel.
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Comedones: Pueden ser abiertos o cerrados, según el estado del poro.
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Lesiones quísticas: Bultos dolorosos llenos de pus, que se encuentran bajo la piel.
Las zonas afectadas suelen ser : La cara (principalmente en la frente), parte alta de la espalda, hombros y parte superior del pecho.
Luchar contra el acné se convierte, en una árdua tarea, ya que por norma general es un trastorno muy persistente.
El pilar fundamental en el que debemos basar el tratamiento es, la higiene diaria.
Sea cual sea el tipo de lesión, la rutina en cuanto a la limpieza, ha de ser metódica y usando productos adecuados para ello.
Es primordial utilizar jabones y geles lo más naturales posible, en el mercado vamos a encontrar algunos de uso específico, para este tipo de pieles.
Lavar la zona y aclarar con abundante agua, tanto por la mañana como por la noche, es la única manera de mantenerla limpia y evitar la acumulación de grasa y suciedad que obstruye los poros.
Los productos que se utilizan de forma diaria, como protectores solares, deben ser libres de aceites, muchas marcas indican esta propiedad (Non comedogene).
El maquillaje debe ser también elegido de forma responsable, ya que sin querer se puede convertir en un enemigo. Un producto que mejore el aspecto de la piel, pero que no sume grasa y suciedad.
El tratamiento contra el acné, suele llevar unos principios recurrentes en casi todas las composiciones: Ácido salicílico, peróxido de benzoilo y ácido retinoico. La mayoría de dermatólogos, van a recomendar el uso de ese tipo de cremas o fluidos, fáciles de encontrar en la farmacia.
Cuando resulta una infección más grave o persistente, hay que acudir a potentes antibióticos, siempre prescritos por un médico: Eritromicina, tetraciclina o isotretinoina.
En las adolescentes el tratamiento de estas lesiones, suele hacerse a través de anticonceptivos, cuando se observa que existe un desequilibrio hormonal.
Los tratamientos contra el acné suelen ser eficaces, aunque no de forma inmediata, lo que requiere de paciencia por parte del afectado.
Son muchos los remedios caseros que podemos escuchar, cuando nos enfrentamos al acné, sin duda algunos pueden aliviar los síntomas, cuando son leves. No es igual cuando aparecen de forma esporádica unos granitos, que cuando padecemos un acné grave.
El uso del limón, como potente bactericida y agente astringente es quizá,de los más extendidos.
Consultar con nuestro médico o farmacéutico cualquier paso, va a resultar lo más beneficioso.