En los cánones de belleza, los ojos son una de las características más relevantes, del rostro humano.
El tamaño, el color y la expresividad de los ojos son destacados, cuando queremos describir físicamente, a una persona.
Las pestañas no solo son una barrera protectora, además aportan expresividad y belleza, por lo tanto son un aspecto importante.
Para muchas personas, sobre todo mujeres las pestañas son objeto de culto, de ahí que en los últimos tiempos se hayan puesto de moda, las postizas.
En la actualidad, son muchas las que se decantan por las extensiones, una manera de dar espesor y longitud a las pestañas naturales. Se realizan añadiendo pelo a pelo, con un pegamento especial, pestañas falsas entre las naturales.
Las extensiones de pestañas, cada vez son más demandadas y dan un magnífico resultado, ya que en principio resultan inocuas y aguantan entre 4 y 8 semanas.
Unas pestañas postizas resultan menos naturales, van unidas en grupos y se pegan y despegan cada día. Normalmente se utilizan para momentos puntuales y correr el riesgo de que se despeguen en cualquier momento, es una aventura.
La elección entre unas y otras depende de distintos factores, uno de ellos es la parte económica, ya que varía sustancialmente. Las extensiones deben ser colocadas por profesionales y es una ardua tarea, mientras que las postizas se venden en comercio y cada usuaria se las pone en casa.
Más allá del uso de pestañas artificiales, lo que debemos es cuidar las naturales.
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La limpieza diaria es clave, por más pereza que nos pueda dar, eliminar el maquillaje cada noche. Hacerlo siempre con un producto adecuado, que elimine los restos de máscara, pero sin resecar las pestañas, ni afectar a los ojos.
Verter el desmaquillante en el algodón, cubrir el ojo durante unos segundos, para que se despegue la máscara y suavemente, con movimientos circulares ir eliminando. Debemos asegurar siempre, que la limpieza es total y no quedan restos.
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Maquillajes no invasivos, testados dermatológicamente ya que no todo vale.
Uno de los errores más frecuentes es el uso, de máscaras agresivas, que debilitan y aumentan el riesgo de caída.
Es más importante el cuidado que demos a las pestañas, que el aspecto que pueden aportar algunos productos. En el mercado podemos encontrar cientos de marcas, pero la elección de nuestro maquillaje, debe ser responsable.
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Nutrición es la palabra que nunca falta, cuando hablamos de belleza y cuidado, ya que es la base de todo.
Beber 2 litros de agua al día, una correcta alimentación y si es necesario, el uso de algún complemento vitamínico, nos ayudará siempre en el cuidado de la piel y el cabello.
En el caso de las pestañas además, podemos fortalecerlas de forma local, con el uso de algún tratamiento reestructurador.
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Cepillado diario, por la mañana antes de maquillarlas y por la noche antes de irnos a dormir.
En los pack de brochas cosmeticas, encontramos casi siempre, un cepillo especial de pestañas. Si no tenemos ninguno, podemos usar un cepillo de máscara que este gastado, siempre que lo limpiemos perfectamente.
Truco: Poner un poco de aceite de oliva puro en el cepillo, antes de cepillarlas, dará un aporte extra de hidratación. También podemos usar aceite de ricino o vaselina.
La rutina en belleza es símbolo de éxito, cuidar nuestras pestañas cada día, les dará el volumen y fortaleza, que deseamos.