Uno de nuestros propósitos firmes este año es hacer ejercicio, algo necesario para cuerpo y mente.
Nuestra ajetreada vida, en muchas ocasiones, nos impide desplazarnos a un gimnasio y cuadrar nuestra agenda, con sus horarios .Pero eso no nos puede impedir, ponernos en forma.
El pilates se ha convertido en una de las disciplinas, más completas para el bienestar general, sus ejercicios proporcionan a corto y largo plazo, grandes beneficios.
Como en todo la constancia y la rutina son el único secreto, para conseguir los objetivos.
Ejercicios sencillos Pilates:
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Sentados en el suelo, cruzamos las piernas y ponemos las manos sobre las rodillas. La respiración es la base de todo y comenzamos por ella, tomando aire por la nariz y lo soltamos suavemente por la boca.
Es importante sentir como llenamos los pulmones y tórax, nos concentramos en respirar repitiendolo, durante 5 minutos.
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Nos colocamos a cuatro patas y ayudándonos con la respiración, arqueamos la espalda. Inspiramos cuando estemos en reposo y espiramos por la boca, al subir la espalda.
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Tumbados boca arriba con las rodillas flexionadas, dejamos los pies apoyados en el suelo y los brazos extendidos en forma de cruz.
En esta posición elevamos la cadera, sin perder la concentración en la respiración, cogemos aire por la nariz y lo soltamos por la boca, despacio subiendo la cadera.
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Estiramos las piernas y elevamos una de ellas, hacemos rotaciones tomando el aire al iniciar el círculo y lo soltamos al acabar y bajar la pierna. Repetir 10 veces con cada pierna.
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Desde la posición que tenemos tumbados, subimos hasta quedar sentados. Este es un gran ejercicio para nuestras abdominales, siempre y cuando la respiración vaya acompasada. Inspiramos al subir y espiramos en situación de reposo, sujetando nuestros pies al estar sentados.
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Nos tumbamos boca abajo y flexionamos las rodillas, cogiendo los tobillos con las manos. Subimos la cabeza y el tórax separándolo del suelo, arqueando la espalda. Al soltar estiramos al máximo brazos y piernas, para volver a repetir varias veces. Cogemos el aire en el arqueo y soltamos al estirar.
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Para trabajar las lumbares, nos tumbamos de lado y apoyamos la cabeza sobre el brazo, a modo de almohada. Elevamos las piernas, con talones y rodillas juntos repitiendo 5 veces de cada lado, cambiando la postura de apoyo sobre el otro brazo.
En este ejercicio la inspiración se hace al elevar y se espira al estar abajo las piernas.
Esta disciplina diaria, no nos ocupará más de 20-30 minutos y en poco tiempo notaremos la mejoría, sobre todo de nuestra espalda.
Yoga para principiantes:
El yoga es una disciplina milenaria, que en los últimos años se ha convertido en indispensable, para muchos de los que lo practican.
Como pasa con el pilates, la respiración es la base de esta práctica.
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Elegimos un lugar tranquilo para realizar los ejercicios, usamos ropa cómoda y evitamos cualquier distracción como el teléfono.
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Nos sentamos cruzados de piernas, de manera que nos sintamos cómodos y comenzamos a concentrarnos a través de la respiración. Cerramos los ojos y cogemos aire, alargando nuestra espalda, sintiendo la sensación de que crecemos, luego vamos soltando el aire y nos relajamos.
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A cuatro patas apoyamos manos y rodillas en el suelo, haciendo la postura del gato curvando nuestra espalda. Espiramos según vamos curvando llevando nuestra cabeza, hacia el ombligo y aprovechamos la vuelta a la postura inicial, para coger aire de nuevo.
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Continuamos en esta postura, pero ahora vamos a elevar todo el cuerpo, hasta hacer la forma de V. Con manos y pies apoyados, estiramos brazos, piernas y espalda, buscando el equilibrio y la fortaleza, desde la respiración. Una vez más cogemos aire en la subida, aguantamos y soltamos al volver a la posición inicial.
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Apoyamos las manos y brazos a la altura del pecho y apoyamos las puntas de los pies, en esta posición nos elevamos en forma de plancha. Es importante contraer el abdomen y aguantar 2 minutos en elevación, después volver al reposo y repetir varias veces.
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Tumbados boca arriba, flexionamos las rodillas y las abrazamos con los brazos, empezando a balancear suavemente, sobre nuestra espalda. Unos minutos controlando la respiración y tomando conciencia del masaje en la espalda, va a resultar muy gratificante.
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Cualquier práctica debe concluir con una relajación, nos tumbamos boca arriba y estiramos brazos y piernas y respiramos de manera tranquila y consciente. Es primordial pensar solo en la respiración, intentando alejar de nuestra mente todo lo que no sea, disfrutar de nuestro momento.
Sin salir de casa, un día pilates y al siguiente yoga, alternandolos pero sin dejar de hacerlo, va a ser una gran rutina. Después una ducha y una buena hidratante para cuerpo y cara.
Nuestra piel y en general nuestra salud van a ser las máximas beneficiarias,
Si además equilibramos nuestra alimentación y la enriquecemos con la ingesta de agua, zumos y alguna infusión, notaremos en pocos días una mejoría en nuestra vida.
Huir del estrés, conseguir el descanso necesario y mantener nuestro cuerpo en forma, nos hará estar felices.
Así que vamos a por ello.